Las comidas, y sobre todo, los postres de estas fechas son la perdición de las almas (y sobre todo de los cuerpos). Pero... ¿Y los seres que no tienen alma? ¿Cómo podrán ellos digerir la culpa de tanto tragar y más tragar? No existe una fórmula definitiva contra los excesos de la buena mesa, y de momento la gula sigue siendo un pecado, y muy feo, pero, qué diablos, tenemos muchos meses por delante de ayuno. Al menos hasta que empiece el 2009 todo se consiente.
(En la foto una víctima de sus papilas gustativas)
4 comentarios:
¡Madredelamorhermoso! Éste se ha pasado con el turrón (pero ¿y sus dueños, no tienen alma tampoco o qué?)
¡Buen año!
Dios, pobre perro, sí que arrasó con todo.
¡Muy feliz año!
Pobre bicho! a ver quien lo levanta ahora del suelo?. Ah! tenia necesidad de ser la primera en algo y despues de echar un vistazo por aqui (me gusta) me lo has puesto facil y me he convertido en tu primera seguidora fiel en este blog! Muassss.
Dios mío, dios mío... ese se ha tragado a sí mismo.
Un abrazo
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