¿El no ba más?

El discurso de Obama de ayer jueves en la Universidad del Cairo ha dejado a medio mundo islámico henchido de esperanza, como si de pronto un soplo de aire fresco se hubiera extendido por la región. Pero me da a mí que a este, y al otro medio, de naturaleza más desconfiada, los dejará muy pronto con la miel en los labios.

Este tío, no sé yo, es mi opinión personal, pero creo que hasta ahora ha sabido muy bien montárselo de presentador de gran macrogala de cosmovisión en conexión por satélite, pero que la cosa no va más allá.

El gran redentor de masas predica mucho pero no da trigo.

Demuestra tener una gran cultura, sí, como por ejemplo al referirse al califato de Córdoba, y allá por donde va regala el oído de sus anfitriones ensalzando lo más noble de su arte, de su historia y de sus logros científicos y tecnológicos. De hecho esto no tiene precedentes en la ya larga lista de sus antecesores. Pero por eso mismo me cuesta mucho creer que la America de toda la vida, la que solo piensa en comerse al mundo por los pies, y no dejar ni las raspas, vaya a desaparecer así por que sí, un día cualquiera, por las buenas.

Como dicen en mi pueblo: Obras son amores y no buenas razones.

¿Será este el punto de inflexión?

¿Caerá el pre-mito, el icono de las masas ansiosas de creer, y vendrá la cruda realidad que suele llevar aparejada la naturaleza cárnico-ósea de todo hijo de vecino (y más aún la de sus paisanos, que son los que quitan y ponen rey, y en definitiva los que le pagan el sueldo a fin de mes)?

De momento, y para luego no sufrir tremendos desengaños, veámoslo con desapasionamiento.