domingo, 22 de mayo de 2011

¿Por dónde íbamos?



Al final, me he dado cuenta de que mi individualismo es demasiado pernicioso para la salud, y he ido a votar.

No os creais, votar es una actividad que me repugna sobremanera. El sólo pensar que mi elección se diluirá entre la de millones, y que se restringirá a comulgar con los postulados de las dos, o a lo sumo tres, opciones viables, me produce un escozor rectal que ni os quiero contar.


Tal vez, hubiera sido mejor, introducir por la ranura de la urna, uno de esos textos míos con los que a veces os sermoneo, muy al estilo de este. Seguramente me hubiera quedado más tranquilo, y no tendría ahora la sensación de haberme dado el paseo en balde.


Pero, seamos realistas, nadie se lo iba a leer.


Los interventores de los partidos lo mirarían con cara de circunstancias, pensando para sus adentros que, cuando menos, el voto no había ido a parar al enemigo, y con las mismas habría sido arrojado a la papelera de los nulos.

Ese es el meollo de la cuestión, pese a todo, no perder la dignidad. No renunciar a tener una aportación de valor, aunque sea mínima, al devenir de los acontecimientos


Y sin embargo, hoy durante toda el día me sentiré como una nulidad, como una gota en el océano, insignificante y gregario, después de haber refrendado mi condición de cumplidora hormiguita.


¡Cómo echo de menos los tiempos en que todo esto me resbalaba! Los tiempos en los que mi única preocupación dominical era purificarme, cual chamán ayurvédico en las aguas del Ganges, de los excesos y los desmanes de la farra nocturna.

Los acampados de la Puerta de Sol, ese remedo madrileño de la plaza Tahrir, lo tuvieron bien claro ya desde un principio, votar es un acto servil. Votar resta capacidades intelectuales. Votar acorta el tiempo de vida útil. Votar desgasta la suela de los zapatos.


Os lo juro por Snoopy que es así.

Por cierto... ¿Alguién sabe algo de Snoopy?

¿Abandonó él también el pijo's way of life?


¿Se metió a monja?

5 comentarios:

Merce dijo...

Al final voté. Voto inútil me temo, pero voto al fin y al cabo. Aquí no cambia nada.

Como decía la canción: la vida sigue igual... igual de jodía me temo.

Besos, Food.

Anónimo dijo...

Chicos, desde ayer ya no soy madrileña, que lo sepáis.

La Espe dijo ayer, varias veces, que el PP es el partido favorito de TODOS los madrileños. Yo soy, sin lugar a duda, de Marte, sólo que me han abducido o algo así, si no, no me lo explico.

Food and Drugs dijo...

Merce:
Ya te digo, votar es a veces muy desilusionante. Como la canción de Sting, un mensajito en una botella que acaba siendo más bien un SOS.
;-)
Besos

Arancha:
En Ourense aguantamos el arreón del PP en toda España e incluso vaciamos al Bloque.
Ya sabes, nacionalízate de la Terra da Chispa.
;-)
Besos

Anónimo dijo...

Sé que tu silencio se debe a que estás trabajando sobre ello. ¿Quién si no podría sacarle punta al afamado pepino español? :-))))

(Estos días he tenido que pegarme las orejas con esmalte de uñas porque se me caían cada dos por tres con las cosas que he escuchado, empezando por el nombre de la bacteria, pasando por las declaraciones de la ministra alemana para terminar con las de la nuestra, así que me imagino, Cristobal, que tú, que eres mucho más sensible que yo, andarás loco y muy inspirado)

Besos,

Food and Drugs dijo...

El pepino bien merece, ciertamente, una ópera bufa.
;-)