domingo, 25 de enero de 2009

El íncubo del masoquismo


Todo el día nos estamos quejando de nuestros problemas, no hay remedio. Las cosas parecen no salir como nos gustaría y eso nos disgusta terriblemente. Somos víctimas del infortunio y por lo tanto parece justo que ejerzamos nuestro derecho a desahogarnos.
El mundo al menos nos debe eso.
Lo bueno sin embargo es que, en un 90%, esos problemas son complicaciones que nosotros mismos nos hemos buscado.
Sí, es así. No es una simple pirueta estadística.
En el fondo no estamos tranquilos si no invertimos nuestro tiempo en darnos de cabezazos contra algún muro. Esa es la cruda realidad.
Por fortuna el muro aguanta y no se nos viene encima poniéndonos perdidos de escombros, polvo y otras excrecencias.

3 comentarios:

Breuil dijo...

Totalmente de acuerdo pero... es un alivio fingir que todos los problemas vienen de fuera de nosotros mismos. :)
Un abrazo.

Helena dijo...

Yo ahora ya no doy cabezazos al muro en plan lamento, pero como no puedo parar le doy culetazos que me duele menos, asi si me cae encima me tapo la cabeza con las manos. A los humanos nos gusta complicarnos la vida, es inevitable, si no tenemos problemas los buscamos o los inventamos. Besotes.

moderrunner dijo...

Food and drugs acces libre, Status Playing también sin travas... Aquí no hay muro que valga!! :-)