jueves, 28 de enero de 2010

Rehén de la burricie


Efectivamente, él es el alma mater de este blog, el cerebro en la sombra, el que corta el bacalao, el boss... Y yo, un simple amanuense que se limita a transcribir todo lo que el me dicta.
No es fácil estar subordinado a una inteligencia tan brillante, a un ser tan carismático. Uno mismo tiende irremisiblemente a infravalorarse. Es humano.
La verdad es que ya no sé que hacer para no mortificarme. Desde que irrumpió en escena, mi pensamiento, otrora ordenado y racional, se ha convertido en un correcalles. La tontuna me embarga.
Su enormidad me empequeñece, y hace que me sienta insignificante.
¿No querías conocerme? Pues sabed que no soy yo, sino él, el que hace y deshace.
Lo demás es tratar en vano de suplantarle...
Creedme, esto que me ha ocurrido a mí, no se lo deseo a nadie.
Quiero volver a ser persona.
¡Oh, dioses misericordiosos... Cuanto me ayudaría en estos momentos el poder ser capaz de superar mi adicción a la alfalfa!

3 comentarios:

Merce dijo...

Iaaaaaaaaa
Iaaaaaaaaa

Landahlauts dijo...

La alfalfa no es mala. Además, favorece el tránsito intestinal...

Francisco Martins dijo...

Hey!
Awesome photos...Love this donkey! :)