Las cosas no son blancas ni negras sino del color del cristal con que se miran. Eso debió pensar nuestro amigo de la foto, quien consciente de que su imagen era un poco rústica, optó por adquirir unas gafas que le dieran ese aire de intelectual del que ahora hace gala. Ahora podríamos recordarle también eso otro refrán tan conocido que dice que "la mona aunque se vista de seda, mona se queda", pero vamos a dejar que siga en su nube. Parece tan ensimismado en sus cavilaciones...
1 comentario:
es un perro gafapastaaa!
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